Las órdenes de extradición con España han crecido en el continente asiático después de firmar acuerdos bilaterales con China en 2005 y Emiratos Árabes Unidos en 2007.
Los tratados firmados con otros países aluden tanto a sí mismos como a las leyes de los Estados involucrados en el proceso de extradición ( solicitante y solicitado) como marco regulador, para poder establecer una división de competencias entre normas internacionales y normas internas.
Además, en algunos casos, los delincuentes pueden aprovecharse de la falta de cooperación de ciertos países y encontrar refugio en ellos.
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En teoría, los delincuentes pueden escapar de la justicia en países sin tratado de extradición, ya que no existe una obligación legal de entrega. Sin embargo, en la práctica, muchos países cooperan con otros países para combatir el crimen transnacional.
Sin embargo, no tener un convenio de extradición no significa que España no pueda solicitar la extradición de un delincuente. En tales casos, España puede solicitar la extradición a través de otras vías, como la Interpol o el derecho internacional.
La extradición es uno de los medios legales más importantes. Permite el traslado de un sospechoso o un condenado de un lugar a otro entre países extranjeros. Este proceso es central para la eficacia de la policía a través de las fronteras internacionales y la cooperación. Esto ayuda a encarcelar a una persona para que no pueda escapar de la justicia trasladándose a otro país.
Esta configuración a menudo permite que individuos que han cometido un delito en un país eludan la justicia refugiándose en otro país sin extradición. Existen numerosos países sin extradición en todo el mundo, incluyendo, pero no limitándose a, Cuba, Ecuador y Venezuela.
Aunque algunos países no tienen acuerdos formales de extradición con España, esto no debe ser un obstáculo insuperable para la justicia.
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Cada Estado tiene la potestad de instituir sus normas relativas a la extradición, por lo que puede permitirla, prohibirla o flexibilizarla en lo que respecta a sus nacionales o a los extranjeros que residan o estén de paso en su territorio. Tal y como recoge el bufete de abogados de Jesús Becerra, los tratados firmados con otros países aluden tanto a sí mismos como a las leyes de los Estados involucrados en el proceso de extradición (solicitante y solicitado) como marco regulador, para poder establecer una división de competencias entre normas internacionales y normas internas.
Fortalecer los lazos diplomáticos: Mantener una comunicación abierta y constante con los países sin acuerdo de extradición puede facilitar la negociación de acuerdos bilaterales o multilaterales en el futuro.
Asimismo, cada país firma un acuerdo distinto respecto a los términos en los que va a efectuarse un proceso de extradición, por lo que cada nación tiene sus respectivas condicionantes para aprobar la petición.
three. Corea del Norte: No tiene acuerdos de extradición con casi ningún país, lo que hace que sea un lugar atractivo para los fugitivos.